El efecto del nuevo comienzo en la organización
El mes de enero siempre ha tenido un sabor a nuevo comienzo, psicológicamente, el año nuevo nos ayuda a realizar un “reset” de nuestra mente, nuestras motivaciones y nuestros planes. El llamado “efecto del nuevo comienzo” siempre está acompañado de una euforia inicial que nos hace ir a toda velocidad durante el mes de enero.
Quizá el ejemplo más mundano que podemos dar se ve en los gimnasios. ¿Han notado que en el mes de enero los gimnasios están a “tope”? ¿Qué sucede con el paso del tiempo? Durante febrero, marzo, mayo o junio veremos que el número de personas se reduce dramáticamente.
El problema primordial con el “efecto del nuevo comienzo” es que nuestras metas o propósitos son motivados por impulsos, por efectos psicológicos y/o químicos que determinan nuestras decisiones.
De acuerdo con el libro “Hábitos Atómicos” de James Clear: “La dopamina es liberada no solamente cuando experimentas placer, también cuando la anticipas”. La llegada del año nuevo nos permite olvidar los errores del pasado y crear la ilusión de que podemos empezar desde cero, esta utopía nos llena de emociones eufóricas.
Suena bien, ¿no? El único problema es que estas emociones e impulsos tienen una fecha y hora de caducidad.
El nuevo comienzo en el equipo de trabajo
Este efecto no solo se ve en el ámbito personal, también impacta a los equipos de trabajo. ¿Cuántas veces hemos visto que los resultados del primer trimestre se elevan para caer radicalmente durante los siguientes nueve meses?
Cualquier plan de trabajo anual se basa en actividades constantes a lo largo de los 365 días. ¿Qué sucede cuándo la motivación de nuestro equipo no acompaña la realización de dichas tareas durante todo el año? ¿Cómo podemos hacer que se dosifiquen los esfuerzos en nuestra organización?
El hábito: la kryptonita del efecto del nuevo comienzo
“Long term consistency trumps short term intensity”. Bruce Lee.
Si deseas que tu equipo de trabajo mantenga un nivel de motivación constante durante todo el año, ayúdalo a crear hábitos.
Para Stephen Covey, autor del célebre libro: Los 7 Hábitos de la Gente Altamente Efectiva, “los hábitos son factores poderosos en nuestras vidas. Dado que se trata de pautas consistentes, a menudo inconscientes, de modo constante y cotidiano expresan nuestro carácter y generan nuestra efectividad… o inefectividad”.
Crear un hábito es un proceso de consciencia, repetición y asimilación (una tarea más de rutina que de inspiración). Para el escritor de bestsellers Brendon Burchard el flujo para consolidar un hábito es claro:
- Primero es una intención.
- Después un comportamiento.
- Después un hábito.
- Posteriormente una práctica.
- Después estará en tu naturaleza.
- Por último, es simplemente lo que eres.
3 tips para crear hábitos con tus equipos de trabajo
El poder de la identidad
Regresando al libro “Hábitos Atómicos”, Clear menciona que los incentivos ayudan a crear hábitos, sin embargo, “es la identidad la que los mantiene”.
Es esencial que los hábitos organizacionales sean parte no solo de la identidad de cada colaboradora y colaborador, sino también de la identidad corporativa. Como lo mencionaba Brenchord en su flujo, eventualmente el hábito debe ser parte de quiénes somos.
Las emociones positivas
Los hábitos (al menos los que vale la pena conservar), deben estar asociados a situaciones y emociones positivas. Por lo regular, las acciones que se premian de forma inmediata tienden a repetirse, por otra parte, las acciones que son reprendidas o castigadas tratarán de evitarse a toda costa.
Ya lo dijo James Clear: “Entre más placer inmediato obtengas a partir de una acción, más debes cuestionarte si dicha acción está alineada con tus metas a largo plazo“.
Siempre hacia adentro
Los hábitos más longevos siempre se alimentan a partir de motivaciones intrínsecas, es cierto que los premios e incentivos de la empresa pueden ayudar a formar hábitos en el equipo de trabajo, sin embargo, es indispensable que las personas de la organización encuentren propósitos profundos y específicos que construyan su visión de vida.
En este sentido, desarrollar un plan de carrera alineado a objetivos personales y organizacionales a la par, es esencial para impulsar la motivación de su equipo.
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Daniela Blank
INVI – DAR
